Desde que te vi por primera vez en la secundaria, supe que eras especial. Me cautivaste con tu sonrisa y tu amabilidad, y desde entonces, no he dejado de pensar en ti. Cada momento que hemos compartido ha sido una bendición y me siento afortunado de tenerte en mi vida.
Tu amor y tu apoyo me han dado fuerzas en los momentos difíciles y han llenado mi vida de felicidad. Eres mi confidente, mi niño precioso, el amor de mi vida. Cada día contigo es una nueva aventura y no puedo esperar a ver qué nos depara el futuro.
Recuerdo cada detalle de nuestra historia juntos, desde nuestras primeras conversaciones hasta nuestros momentos más íntimos. Tu risa contagiosa, tus abrazos cálidos y tu voz calmante son solo algunas de las cosas que amo de ti.
Gracias por ser quien eres y por hacerme sentir amado cada día. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar y estoy emocionado por todos los recuerdos que aún nos quedan por crear juntos.
Con todo mi amor,
Pablo Julian